lunes, 14 de octubre de 2013

La maquinaria artística del Futurismo


Si vamos hablar  de Futurismo tenemos que hablar de  valor, movimientos dinámicos, la adoración de las maquinarias, lo urbano, la publicidad y el cine, este movimiento artístico  italiano  se reconoce en 1910  debido al texto  “El manifiesto  futurista”  escrito por Filippo Tommaso Marinetti, intenta romper con el pasado e interponer su energía y libertad  en todas las gamas  del arte, la música, la arquitectura, los textos, cine y pinturas. El Futurismo planteaba que  el pasado no se debería valorar, querían crear un arte totalmente nuevo desde cero, tomando la mentalidad moderna su velocidad y energía, aplicarla a las obras artísticas y con esto destruir todos los museos y academias que para ellos solo eran cementerios de un arte subvalorado.
El Futurismo es la primera manifestación de las vanguardias artísticas, según  Eduardo Fernández, crítico literario “el futurismo  fue un gran influenciador para los ideales fascistas” esto se debe a su ímpetu guerrero, nacionalista y el amor por las grandes ciudades modernas, soñando con un mundo mecánico, debido a que su auge se mantuvo de la mano con la revolución industrial Italiana.
Marinetti  se influencio en la Patafísica de Alfred Jarry  para crear el Futurismo. Su estética  es machista, violenta y provocadora, influenciando una estética fuera de os cánones, como la  de la literatura  que desplaza completamente a la métrica aplicando técnicas como el tecnicismo  en sus obras, en el teatro se aplica  el llamado “teatro sintetico” el cual consiste  en que las acciones  pasa a muy rápida velocidad, donde se ocultan las presencias humanas   y solo se dejan ver los pies de los actores ocupando  la metonimia, el Futurismo también tubo cabida en el diseño y la arquitectura  creando obras como las de arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, el cual  se influencio en esta corriente artística. Otro de los artistas que se influenciaron con el Futurismo para crear su arte  fue el compositor  Luigi Russolo  autor del manifiesto “El arte de los ruidos” siendo  primer compositor de música experimental noise de la historia.
 “El manifiesto Futurista” es el pie de apoyo de este movimiento, acabando 1908 por Marinetti y finalmente  publicado en Le Figaro en Francia en 1909, cuenta con once puntos los cuales demuestran los intereses de este movimiento:
1. Nosotros queremos cantar el amor al peligro, el hábito a la energía y a la temeridad.
2. El coraje, la audacia y la rebelión, serán elementos esenciales de nuestra poesía.
3. La literatura exaltó hasta hoy la movilidad penosa, el éxtasis y el sueño. Nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso de carrera, el salto mortal, la bofetada y el puño.
4. Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido de una nueva belleza: la belleza de la velocidad. Un automóvil de carreras con su cofre adornado de gruesos tubos similares a serpientes de hálito explosivo... un automóvil rugiente que parece correr sobre la metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia.
5. Nosotros queremos cantar un himno al hombre que tiene el volante, cuya asta ideal atraviesa la tierra, lanzada a la carrera; está, sin embargo, en el circuito de su órbita.
6. Es necesario que el poeta se prodigue, con ardor, magnificencia y munificencia para aumentar el fervor entusiasta de los elementos primordiales.
7. No hay belleza sino en la lucha. Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo puede ser una obra maestra. La poesía debe ser concebida como un violento asalto contra las fuerzas ignotas, para reducírlas a postrarse delante del hombre.
8. ¡Nosotros estamos sobre el promontorio extremo de los siglos! ¿Por qué debemos mirarnos las espaldas, si queremos derribar las misteriosas puertas del Imposible? El Tiempo y el Espacio murieron ayer; nosotros vivimos ya en el absoluto, pues hemos creado ya la eterna velocidad omnipresente.
9. Nosotros queremos glorificar la guerra, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los libertarios, las bellas  ideas por las que se muere y el desprecio a la mujer.
10. Nosotros queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de toda especie y combatir contra el moralismo, el feminismo y contra toda vileza oportunista o utilitaria.
11. Nosotros cantaremos a las grandes masas agitadas por el trabajo, el  placer o por el alboroto: cantaremos las mareas multicolores o polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas; cantaremos el vibrante fervor nocturno de los arsenales y de las canteras incendiadas por violentas lunas eléctricas; las estaciones glotonas devoradoras de serpientes que humean; los talleres colgados de las nubes por los torcidos hilos de sus humos; los puentes, parecidos a gimnastas gigantes que sobreponen los ríos relampagueantes al sol con un centellear de cuchillos; los navíos venturosos que husmean el horizonte, las locomotoras de ancho pecho que piafan sobre los rieles como enormes caballos de acero embridados de tubos, y el vuelo deslizante de los aeroplanos, cuyas hélices chillan al viento como banderas y parecen aplaudir como una entusiasta muchedumbre.
El futurismo  como sus características  caduca rápido 1914, pero la maquina nunca paro y sigue su movimiento hasta hoy en día, influenciando a nuevas generaciones de artistas como Marcel Duchamp entre otros, se puede  ver  en las construcciones Urbanas modernas o en los museos ocupados como cementerio del arte, tal como lo argumentaban los futuristas.   


                                                                                                                          Por: Giorgio Vecchiola




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