¿Qué tanto contribuimos al olvido?
Cuando las conmemoraciones son una forma de sacarse el
pillo.-
Hace unos días se proyectó
por primera vez en la quinta región el documental “Relatos en Carbón”, dirigido
por Víctor Flores, que relata la vida y obra del pintor porteño Hugo Riveros,
militante del MIR, asesinado en dictadura. El estrenó se desarrolló en el Aula
Magna de la Universidad de Playa Ancha, salón ambientado para una gran cantidad
de público, hecho que hizo notar aún más la inasistencia de la mayoría de los
invitados.
La realización audiovisual,
que tiene por fin rescatar la memoria histórica de nuestro país y sacar a la
luz casos como el de este artista, que se suma a la larga lista de las víctimas
del Régimen Militar, no sólo generó la reflexión sobre la importancia de
recordar, también nos fuimos a nuestras casas con el sabor de la indiferencia
bajando por nuestras gargantas.
El relato logró encantar al
público con una atractiva propuesta que se desarrollaba en base a la
combinación de dos géneros, documental testimonial y de ficción, con una
historia que giraba en torno a la búsqueda de los trazos que componían la vida
de Hugo Riveros, su obra, lucha y militancia, materializada en una
investigación desarrollada por otro pintor, que se encargó de realizar las
entrevistas e intervenciones que se generaron en la realización de este documental.
El toque de ficción se basó en una recreación de los momentos más tensos de los
últimos días del pintor.
La proyección del
documental finalizaba con una charla entre el público y el director, que tenía
por objetivo, expresar las dudas, comentarios y sensaciones que había generado
la historia en los asistentes. Aquella instancia, aunque contó con la activa
participación de los espectadores, dejo notar el peladero de butacas de aquel
anfiteatro.
La importancia de esto no
radica en la falta de gente o que el documental no haya sido masivamente
estrenado, si no, en que nos hace percatarnos de que existe una genuina
indiferencia hacia los acontecimientos sucedidos en nuestro país, podemos estar
cansados de hablar de lo mismo, o quizás nunca nos ha importado de verdad el
tema, pero lo cierto es que por medio del desinterés estamos contribuyendo al
olvido, es ahí cuando la frase que Flores dijo en la reflexión toma sentido,
“el olvido es un estado voluntario”.
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